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sábado, 7 de mayo de 2022

Duelo entre Sanadoras. Capítulo XIV Ofrendas y rituales

 

A lo largo de este relato hemos hablado de rituales, un concepto conocido popularmente, toda vez que en el transcurso de nuestras vidas participamos en ellos, muchas veces sin estar consciente del hecho. Abarcan desde los religiosos, como bautizos, comunión, matrimonio; pasando por otros de carácter social como las membresía de clubes o académicos, estando el ritual implícito de una forma más o menos evidente.

En la tradición oral sobre las prácticas de mi bisabuela espiritista se conocían diversos rituales realizados por ella, uno de los más sencillos, era el de seleccionar diferentes granos como caraotas, café y maíz, los colocaba en un tazón de arcilla y se dirigía a un árbol de cují de la hacienda de mi abuelo donde realizaba una desconocida ceremonia, ofrendándoselos a la madre tierra y a Dios, para que su hijo tuviera buenas cosechas. Ella no permitía que la acompañaran, solo la veían hacer esto de lejos.  Mi abuelo misteriosamente siempre obtenía excelentes resultados en sus siembras, incluso a pesar de ocurrir eventualmente intensos veranos, los pobladores vecinos se asombraban de ver que solo llovía en la hacienda de él, mientras los demás acarreaban una gran sequía. Él se ufanaba expresando que era gracias a los rituales de su madre.

Existió otro más complejo y secreto ritual, que fuera el ejecutado para proteger a su hijo de los poderosos enemigos que buscaban acabar con su vida: “Todo estaba listo para el ritual de la cruz de protección, con los cuatro grandes arcángeles: Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel, basado en la Cábala Sagrada, del árbol del conocimiento y de los rosacruces, los misterios de la Magia, los símbolos de la Gnosis, las figuras del ocultismo, las claves del poderoso Sello de Salomón, rodeada de un gran secreto”. Esto lo realizaría en un inmenso salón, que después fungiría como recibo de la hacienda, quedando vestigios de los elementos empleados, tal como: una gigantesca estrella de ocho puntas dibujada en bajo relieve en el suelo de argamasa, cemento antiguo cuya fórmula secreta era de conocimiento de los masones, habitantes de la región de donde procedemos. Allí también estaba pintado en una pared del fondo, un árbol de la vida, cuyas ramas después de bifurcarse terminaban en rosas,  encerrando un mensaje, pues esta flor simboliza algo secreto.

Un ritual o rito, palabra que proviene del latín ritus, se refiere a una serie de acciones realizadas con un valor simbólico. Estos pueden consistir en ceremonias de carácter más o menos solemne, según  lo que establezcan las tradiciones, la corriente religiosa u otra organización social. Pueden incluir música o un baile especial, discursos o algunas palabras  o frases formales, a veces usar ropa particular. Estas ceremonias se pueden realizan en lugares sagrados, como en una iglesias, templos, sinagogas, mezquitas, etc., o en otros sitios no tan solemnes como clubes o simplemente en medio de la naturaleza. 

                                  

                                                   Ofrendas en misa católica. Fotografía de NAMC

Un componente esencial del ritual consiste en la entrega de ofrendas, que son aquellos objetos que se dedican a la Divinidad en señal de gratitud y de veneración, una especie de regalo por los favores por conceder, una forma de señalar la confianza o fe de recibir lo solicitado. 

Sin tener conciencia de ello he participado en varios, uno de ellos fue durante el acto solemne de la bendición de los anillos de médicos, realizado en una misa católica, donde además se hace el Juramento Hipocrático de cumplir con los valores éticos del ejercicio profesional, principalmente no hacer daño al paciente, que en latín es: “Primun non nocere”, ni con obras ni con las palabras, eje central del ejercicio profesional.

El ser humano realiza ceremonias desde hace miles de años, pudiéramos afirmar que desde que el hombre tomó conciencia del ser. Vemos que existen rituales famosos como el del Día de los Muertos en México, u otros en diferentes lugares del mundo. También se conoce como tal a ciertos ritos que conllevan sacrificios con animales o inclusive con personas, ocurridas en ciertos pueblos antiguos, como los realizados por los aztecas en México.

Karla me contaría lo vivido en la India, luego de arribar a ese país y tomar en el aeropuerto uno de los carruajes típicos, unas pequeñas motos llamadas “Tuk – Tuk”, que circulan a alta velocidad de modo alocado provocando temor en el que no está familiarizado con esto; durante su travesía conocería parte de esa ciudad, sus extrañas mescolanzas de animales y personas en las calles envueltas en un ensordecedor ruido; notaria las vestimentas típicas de sus mujeres, notaria como los hombres caminan delante de ellas, permaneciendo estas detrás y la costumbre entre ellos de tomarse las manos mientras conversan. Finalmente fue llevada al hotel, donde se hospedaría esa noche para descansar del largo viaje.

Al día siguiente se trasladaría al lugar de estudios, una ciudad universitaria con varias edificaciones donde se impartían las enseñanzas, dominando el paisaje estaba un níveo y majestuoso Templo con amplios jardines muy hermosos que irradiaban una gran armonía. Debía asistir vestida de blanco para meditar y practicar los rituales aprendidos.  

Como requisito indispensable la cabeza debe estar cubierta en señal de respeto y es parte de su cultura, diferente para los hombres que puede ser un sencillo paño o un elaborado turbante o dastar que identifica a los sij, las mujeres basta con un manto.

                                                     Dastar y manto usados en la India. Fotografía de GCOC

En lo narrado sobre rituales, evitaría explicarme los realizados por ella en aquel Templo como practica de su aprendizaje en esa Universidad, solo me explicaría uno muy común y conocido en la India, llamado el “Homa”, utilizado también para efectuar la “Puja”. Consiste en colocar un altar con imágenes de la Divinidad, que para Karla son el Buda, su maestro de las enseñanzas,  Jesús y otro símbolo divino, con ofrendas diversas en comidas y flores, realizado en una gran vasija de cobre con forma de pirámide invertida, donde se quema ramas secas, bosta de vaca, mantequilla clarificada o ghee,  despidiendo un olor característico que impregnan al ambiente, mientras se pronuncian cantos y/o mantras rodeado de gran misticismo, sentimiento acogedor muy propio de la India, a continuación se hace la petición.

Cabe destacar que es solo una petición por cada Homa, no es permitido hacer varias simultaneas, muy diferente a lo que sucede en las ceremonias católicas.

Karla me aclara que el “Homa”, fue traído a Occidente hace décadas por personas que viajaron a esos centros místicos en la India, cuya misión era dar a conocer este  ritual para limpiar la atmósfera, atraer energías positivas, y hasta de hacer más fértiles las tierras para las siembras y obtener buenas cosechas, usado con muchas finalidades beneficiosas tanto para el ambiente, como las personas, etc.

                                                           Ofrendas hindú. Fotografía de 

También me señala que los dioses hindúes son múltiples y diferentes a las religiones de occidente, en ellos podemos observarlos con formas de animales, o mitad hombre y mitad animal o pueden ser invisibles.

Me relataría sobre un festival realizado en el mes de julio o el mes de Ashadh según el calendario hindú que debe ser en un día de luna llena, un ritual que se efectúa simultáneamente en India, Nepal y Bután por hindúes, jainistas y budistas. 

En estas festividades los estudiantes expresan gratitud a sus gurús o maestros. Es también conocido como la celebración de Guru Purnima, muy importante para los budistas pues marca el primer sermón de Siddharta Gautama en Sarnath, Uttar Pradesh, conocido como Buda, quien dio origen a esta corriente de enseñanzas sobre el sufrimiento y su fin. Su imagen se representa como un hombre sentado con las piernas cruzadas y las manos entrelazadas meditando.

En la cultura hindú, se conoce como Vyasa Purnima, en honor al cumpleaños del sabio que narró el Mahabharata, que junto al Ramayana, constituyen dos extensos textos de la India escritos en sánscrito atribuido a Vyasa y al dios Ganesh, mitad hombre y mitad elefante,  equivalentes a la Biblia cristiana pero cuatro veces más extenso.

El Mahabharata contiene información astronómica y trata de una lucha dinástica por el trono del reino del clan Kuru, según este texto estaríamos en la última etapa de la humanidad marcada por la disolución de los valores morales. ¿Es así? ¿Estamos en el Apocalipsis?



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