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lunes, 16 de octubre de 2017

Capítulo 54 Caracas, primera vez.

Helena se consigue con una Caracas con la cual se identifica rápidamente pues semejaba una adolescente en pleno desarrollo, la ciudad colonial con sus edificaciones características de la “Belle Epoque” europea principalmente francesa, se transformaba entrando vertiginosamente a los “Años Locos” norteamericano con sus edificios modernos y autopistas que prácticamente surgían ante sus ojos, efervescentemente gracias al petróleo. Esta Caracas era un caos de casas derrumbadas con sus viejas tejas rojas clavadas en el barro del pasado, maquinarias cargando los escombros en sus fauces para darle paso a la modernidad, la tierra volaba por los aires, para transitar por ellas era necesario cubrirse la nariz con un pañuelo, la polvareda era asfixiante, el ruido mecánico, las voces dando instrucciones, cuidado! advierte alguien, esta febril actividad le susurraban a ella, al igual que a la ciudad, crece niña crece, así lo haría, le serviría de base sus vivencias en el Club de la VOC, sin embargo su corazón seguía siendo provinciano. Serían años de inicio de grandes obras como la urbanización de múltiples edificios en El Silencio, para la pujante clase media, presencia la entrega ese año del bloque 7, la construcción de la plaza Altamira, escucha a la orquesta Billo’s Caracas Boys quien interpretaba por esos días canciones como “Swing con Song” o “el Caimán” de moda en la radio junto a las radionovelas y las noticias que llenaban el espectro radial.
La capital crecía veloz y enormemente. Había dinero abundante. La gasolina era barata. Los tranvías que circulaban sobre las vías de las estrechas calles, no podían proporcionar un transporte adecuado a esta población y fueron reemplazados por autobuses con motores a combustión, marcando el final de los tranvías, el N 42 hizo su último viaje a El Paraíso el 2 de septiembre de 1941. El número de vehículos particulares aumentaba aún más rápido que la trasformación de su fisonomía, poco a poco el ambiente caraqueño se saturaba con el sonido característico del corneteo de sus automóviles.
Igualmente la sociedad Venezolana experimentaba cambios, en lo político Isaías Medina Angarita, presidente del país recibe la visita de Fulgencio Batista, acababa de entregar el gobierno al vencerse su periodo constitucional, era finales del año 1944 la multitud se agolpaba en las calles para verlos pasar, una novedad inesperada para aquella muchacha recién llegada del interior del país que trataba de observar desde atrás de la segunda fila, nadie sospechaba que estaban al borde de otro alzamiento, un malestar crecía en el pueblo y nadie imagino que lo detonaría un suceso deportivo. Ondea su pañuelo al paso del presidente y su comitiva. Años después Batista daría un golpe de estado y se convertiría en dictador que llevaría al castrismo en Cuba.
Al unísono se darían dos hechos sociales, la celebración por primera vez en Venezuela del Día Internacional de la Mujer, con un mitin en el Teatro Nacional organizado por mujeres de todo el país, la mujer tomaba el protagonismo. La segunda, la elección de una reina deportiva que despertaría pasiones insospechadas.
Para ese año de la llegada de Helena a Caracas, Venezuela iba a ser la sede de la VII Serie Mundial de Béisbol Aficionado, el evento necesitaba a una reina, había cuatro candidatas para hacer le selección, pero al final solo dos resaltaban lo suficientemente como para ser consideradas favoritas. De acuerdo a cronistas de la época, el país entero se estremeció con estas elecciones. Ambas candidatas fueron forzadas por las circunstancias a hacer campaña en todo el país como cualquier político. Fue la primera candidatura electa por el voto directo, disparando un deseo soslayado hasta ese momento: por qué no hacerlo con el Presidente? 
La radio era muy popular, poseer un aparato de estos ya no era llamativo. El vocabulario venezolano de la década comprendida entre 1940 y 1950 experimentaba cambios notorios influenciados por el lenguaje sectorial de la Radio, la publicidad y el deporte, especialmente el béisbol. Es una época dominada por el acervo Radiofónico de la Cuba pre-fidelista, que abarcaba todo el Caribe, desplazando al naciente Radioteatro criollo por las Radionovelas cubanas, transmitidas por las principales emisoras capitalinas, con el patrocinio de las empresas de jabón y detergentes, publicidad en pleno desarrollo. Dentro de la música popular se impuso la participación de cantantes y orquestas cubanas, mexicanas y dominicanas.
Helena sentía que aquella ansiedad provocada por la separación de su gemela comienza a desaparecer, ahora era capaz de establecer lazos afectivos con otras personas fuera del entorno de sus hermanas y buscar nuevos horizontes, al viajar a estudiar Higiene Escolar en Caracas acompañada de su mejor amiga Celina Oropeza, quien la secundaba en el proyecto, se aleja de la censura de su familia y de la vigilancia estricta de las chaperonas, primera vez que ocurre, iniciando una liberación de las ataduras sociales y educativas impuestas por la época. Helena hasta ese momento era mantenida por su padre, no se había inquietado por trabajar sino de vivir sin mayor responsabilidad los años locos de la juventud, la mujer estaba educada para obedecer a sus padres, a las leyes, a la iglesia y al marido, inculcado desde la escuela o los colegios. Solo aprendían a leer, escribir, algo de matemáticas, coser, pegar botones, bordar, religión, normas sociales y buenas costumbres. En resumen como atender una familia. Esta primaria, único permitido a la mujer, con este pensum de estudio discriminatorio, no tenía continuidad en el bachillerato y menos en la universidad, la entrada, tardíamente, pero con fuerza, del siglo XX cambiaría esto.
El crecimiento en el área de la salud del país estimula una necesidad de personal calificado por lo cual el estado venezolano abre las puertas a la profesionalización de la mujer para cubrir este vacío. Por primera vez una descendiente Castro cursaría estudios más allá de la primaria, abonando el camino a las demás mujeres de su familia. Cuando les participó a sus hermanas que se marchaba, estas se opusieron escandalizadas. Ella argumento que no se iba a quedar de cocinera y criando muchachos toda la vida, mantenida por un marido o su familia, por lo que se iría a Caracas a estudiar quisieran o no, obtener conocimientos era lo que más deseaba. Las nuevas ideas de modernismo sobre los derechos y liberación de la mujer aprendida en los campos petroleros se impusieron.
En el campo de la salud se estaba dando grandes cambios, uno de ellos era en la protección a la niñez. Con el objeto de mejorar el trabajo de protección a la madre y al niño, se extiende la vigilancia hasta una edad más avanzada del niño, abarcando al escolar, de esta manera se incorporó a la División de Higiene Materno-infantil, el novedoso Servicio de Higiene Escolar, además se adscribieron las colonias escolares de Maiquetía, Los Teques, y Tovar, este proyecto demanda nuevo personal por lo que se realiza una convocatoria nacional. En el año de 1942 fueron creados nuevos servicios de Higiene Escolar para el Departamento Vargas, Los Teques, Maracay y Valencia. Al siguiente año, en 1943, se organizaron los de Maracaibo, Barquisimeto y Mérida. Helena le atraía el campo de la salud, así que cuando en Barquisimeto se anuncia esta oportunidad de formación y trabajo, no lo duda, despliega sus alas y emprende vuelo.
Ella llega a Los Teques, donde funcionaba una de las tres Colonias para recuperación de niños desnutridos del Ministerio de Sanidad, estaba ubicada al lado del liceo Luis Correa en el sector de El Paso, zona rodeada de áreas verdes, allí son alojados los estudiantes de Higiene Escolar, con Helena son apenas siete, seis mujeres y un hombre, los pasaba a recoger una camioneta de Sanidad muy temprano, el cual les hacia el transporte, todos los días, los llevaba hasta San Martín en Caracas donde estaba el Instituto Nacional de Higiene Escolar, comían en los Comedores Escolares de las escuelas donde realizaban sus pasantías, hasta la tardecita que regresaban a Los Teques.
A principios de mayo de 1945 finalizaría la II Guerra Mundial, el mundo lo celebra. Ese mes Helena cumplía 26 años de edad. No habían transcurrido cinco (5) meses cuando presencia los violentos acontecimientos del 18 de octubre donde es derrocado Medina Angárita por negarse a permitir el voto universal y directo al igual que con la reina deportiva, malestar que había capitalizado el partido político de Acción Democrática propiciando un golpe de estado efectuado por militares, las calles de Caracas se tiñen de sangre, el ruido de los motores del tránsito es sustituido por los disparos y gritos de la gente desesperada que corría por las calles a ocultarse en lugares seguros, su formación académica es suspendida y los estudiantes son enviados a sus ciudades de origen, se va unos días a Barquisimeto, se instala una Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, al mando del país, este retoma su ritmo de desarrollo, regresando rápidamente a la normalidad, la capacidad de adaptación del Venezolano se imponía, no en vano se venía del siglo XIX donde se dieron más de 100 alzamientos liderados por el caudillismo, guardados en la memoria colectiva.
A un mes del golpe de estado, esta Junta le otorgaría el primer nombramiento, el 27 de noviembre de 1945 como enfermera auxiliar de Higiene Escolar en la Dirección de Asistencia Pública y Medicatura Forense de Caracas. Ya no dependía del café y la caña de azúcar. Helena se viste y peina con los moños de grandes volúmenes gracias a un artilugio que se colocaban dentro del cabello para lograr este efecto característicos de estos años.
En esta convulsionada temporada su hermana mayor Mamayú y su esposo se mudarían a Cabimas atraídos por su hermana Roselia. 
Helena se queda viviendo en Caracas entre 1945 hasta principios de 1947 periodo en que termina de definir su personalidad en la pujante Caracas de estos años, graduada se gana su sustento, es económicamente independiente, lo cual le permite transformarse en una mujer segura de sí misma, su madurez y soltura son notables. Se dedica a conocer las diferentes facetas de la Capital, se sumerge en el ambiente cosmopolita y cultural en el cual se desenvuelve con gran naturalidad hasta que, un día decide regresar.   
En abril de 1947 se encuentra trabajando en la Dirección de Salubridad Pública de Barquisimeto después de vivir en Caracas durante mas de dos años, este traslado es otorgado por la Junta Revolucionaria de Gobierno. Llega con las ideas del mundo moderno y el nuevo papel de la mujer en la sociedad, afianzados en la capital del país donde lo moderno era cotidiano, tiene una amplia cultura en temas que van de lo social a lo profesional, los años en Caracas habían sido intensos de experiencias. Ella usa el peinado a lo Lauren Bacall, caracterizado por un cabello largo con grandes rizos y volumen en la parte superior que se obtenía batiendo el cabello y sosteniéndolo con innumerables horquillas. Los grandes rizos ameritaban dormir con unos rollos de cartón o metálicos puestos en la cabeza donde se enrollaba el cabello para así lucir al día siguiente los crespos que caían a todo lo largo. Se viste con la moda de la posguerra cuando los trajes marcan la cintura de avispa y la falda nuevamente se amplia, es una moda que buscaba recuperar la nostalgia del romanticismo, se comenzaba a vislumbrar la elegancia femenina que se impondría a finales de 1947 y en 1948 en adelante con la llegada de Christian Dior.