“Camino a lo largo
de un corredor de un color azul grisáceo, miro a mi alrededor percibiendo que tanto el piso, paredes, y
techo, están cubiertos por unas figuras romboidales que parecen lajas,
llamándome mucho la atención, pues notaba que guardaban una concordancia en
todo aquel túnel, dando la sensación de conectarse unas con otras,
armónicamente palpitantes, ¿Cómo habían hecho aquel trabajo en el techo, como
se subieron para colocarlas allí? Me preguntaba curiosa. Repentinamente el
túnel se bifurca en dos, izquierda y derecha, me dirijo al de la izquierda sumergiéndome
progresivamente en una sensación de estar en presencia de lo obscuro, una
fuerza imposible de contener, algo desconocido para mí a lo que no me atrevía
enfrentar, mis instintos más primitivos, el temor me embarga, decido
devolverme, pero antes paso mi mano por la superficie, al tocarla y entrar en
contacto directo siento algo poderoso, la laja se ilumina con un destello
violeta trasmitiéndose al resto de ellas, una tras otra y otra y otra,
esparciéndose a todo lo largo de aquel pasaje de forma instantánea, como un
relámpago, iluminando todo a su paso hasta perderse en el fondo, en dirección a
aquella profunda y misteriosa penumbra que me angustiaba. Regreso hasta la
bifurcación que había dejado atrás, tomando el camino de la derecha que poco a poco
se va iluminando con una luz diferente similar a la del sol, que me daba paz,
provocando que lo mejor de mi brotara como una semilla cuando nace, llego a una
especie de terraza que se abría a un hermoso jardín que estaba a mis pies, más
abajo, yo en lo alto, advierto que veo el paraíso, alguien quien no logro
visualizar repentinamente me pregunta ¿Qué haces?, a lo cual respondo, estoy
tras la búsqueda de cerúleo. La voz me dice, Cerúleo soy yo. Me doy cuenta que
estoy ante la Divinidad”.
Despierto sobresaltada
y caigo en cuenta que es un sueño, que aquellas figuras romboidales como lajas
eran neuronas, el destello provocado por mi contacto eran impulsos nerviosos
que luego se trasmitían por las conexiones neuronales hasta perderse de vista.
Me había dormido pensando en algo inquietante, debido a que recientemente Karla
me solicitó que la ayudara con un audio que le habían enviado con unas
instrucciones para realizar un nuevo ejercicio de meditación y observar el
resultado a nivel de la SCH, pero en el contenido había terminología médica
fuera de sus conocimientos que necesitaba “entender”.
Ese material se
refería a uno de los campos más complejos de la medicina, el sistema nervioso y
sus conexiones, dentro del cual estaba el locus cerúleo como coordinador de
este eje. Lo había escuchado varias veces y cada vez su contenido me sorprendía
más por sus implicaciones. ¿Acaso inducida por esto había viajado al interior
de esta zona en mi sueño?. ¿Un viaje astral a otras dimensiones?. No era la
primera vez que experimentaba sueños extraños con un realismo casi mágico.
Este locus o núcleo
cerebral regula todo el sistema nervioso central, lo que sería la esencia de
estar vivo, por lo que pudiéramos decir, desde un punto de vista espiritual,
que el comando central del Dios de la vida está localizado en este locus o
núcleo cerúleo que casualmente tiene una coloración azul, igual al usado para
representar al Arcángel Metratón. El mago, hechicero o psíquico que logre
modular este núcleo, lograría un poder increíble, solo comparable al de la
Divinidad, equivaldría a co-gobernar con Él. Y bajo la luz de la teoría de
"el entrelazamiento cuántico" si es posible.
Habiendo transitado
por diferentes caminos en búsqueda del conocimiento, sumergiéndome tras la
filosofía de Sidharta Gautama con sus enseñanzas contenidas en los 53 sutras,
indagando sobre la cultura celta y los druidas donde nació la magia, la
igualdad de género, la libertad de expresión, la entrega absoluta a tal extremo
que cuando iban a una guerra lo hacían completamente desnudos, tanto hombre
como mujeres, solo pintando sus cuerpos de azul señalando con esto que iban
dispuestos a morir, razón de su desnudez pues así venimos al mundo y así nos
vamos, sin nada. Rastreando los misterios de los extraterrestres, hasta incluso
experimentar con la Ouija; ahora me preguntaba, ¿Acaso todo lo que había
buscado, estaba allí?. ¿Qué pasaría si alguien llegara a tener el control de
Cerúleo?. Cavilo sobre si el desarrollo espiritual no estuviera tan
evolucionado en el mago o sanador que logre su control como para evitar la
tentación de ser Dios o peor, el Maligno, ¿A dónde nos conduciría?. Ahora
entendía el porqué del misticismo de Karla o mejor dicho de su secretismo.
Tomando en consideración
la premisa que los dones antes nombrados en este escrito pudiéramos catalogarlos como frecuentes,
bastante conocidos y con un sinfín de diferentes expresiones humanas,
dependiendo del atributo que posea la persona, permitiendo la existencia, por ejemplo,
de los comunes sobadores, o los que hacen imposición de manos, siguiendo por
las facultades para realizar exorcismo, telepatas, clarividentes, etc, todo lo
cual es muy diferente a la SCH y por ende, modular o controlar el núcleo
cerúleo es otra cosa, es otro poder, inimaginable, aquí si pudiéramos hablar de
magia comparable con Merlín.
A continuación les
explicare que es el núcleo cerúleo desde dos perspectiva, la mía que es la
científica y la de Karla que es la espiritual. Finalmente dejare que ustedes
mismo se respondan y decidan sobre este sorpresivo tema y sus vertientes.
Yo: El locus
coeruleus es una estructura de apenas 22.000 a 51.000 neuronas de tamaño
mediano, contiene gránulos de melanina en su interior, los cuales le dan su
coloración azul distintivo, está ubicado en el área posterior de la
protuberancia del tronco encefálico o tallo cerebral, siendo la principal
fuente de noradrenalina (o norepinefrina) tanto para el cerebro, el tronco
encefálico, el cerebelo, la médula espinal como también el sistema límbico. Estas
conexiones y circuitos entre el locus coeruleus hacia prácticamente cualquier
zona del encéfalo destacan su importancia dentro del funcionamiento regulador
del sistema nervioso central.
Ejerce un papel
esencial en la integración de la información sensorial que regulan la
activación, la atención y la memoria, es clave en los procesos de vigilia, del
apetito, igualmente en la respuesta al pánico y al estrés, por lo que se
vincula con el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), así como con la
fisiopatología de las demencias, las cuales están relacionadas con la pérdida
del estímulo noradrenérgico, además de regular los procesos vitales tales como frecuencia
cardíaca, respiratoria, tensión arterial, temperatura corporal, otros como el
placer, la libido, y la adicción. Su papel es fundamental en la integración de
las reacciones a diversos tipos de estrés o tensión proveniente del entorno,
que de otra manera pondrían en peligro los mecanismos homeostáticos que son los
que mantienen el equilibrio en todo el cuerpo humano.
En el cerebro
podemos distinguir dos regiones: la neocorteza, llamado cerebro racional por
ser donde ocurren las funciones cerebrales superiores: respuesta motora,
orientación espacial, percepción sensorial, pensamiento consciente y el
lenguaje. El otro es el sistema límbico o cerebro emocional, conformado por el
hipotálamo, el hipocampo, la amígdala, el tálamo, ganglios basales y forma el
sistema nervioso encargado de procesar nuestras emociones y regular las
respuestas fisiológicas y emocionales de nuestro cuerpo, nuestra conducta. El
locus coeruleus, a través de la liberación de noradrenalina regula ambas
regiones del cerebro, sería lo que equivaldría a la esencia del ser.
Debido al
envejecimiento de la persona o a ciertas enfermedades, el locus coeruleus puede
sufrir importantes pérdidas en cuanto a la población neuronal, la cual de por
si es escaza, contribuyendo al deterioro cognitivo de la persona y a una serie
de trastornos neurológicos.
Encéfalo y sus partes. Elaborado por AEC.
Algunos estudios sostienen que el locus coeruleus es activado por diversos estímulos estresantes y/o estímulos nociceptivos o dolorosos, como también por estímulos fisiológicos como hipotensión, hipoxia y estimulación visceral, incrementando la descarga de las neuronas de esta estructura.
Karla: Una gurú le dice que le va a explicar cómo se modula el núcleo cerúleo para producir buenos niveles de dopamina, de serotonina hasta lograr un equilibrio en todo el eje hipotálamo-hipofisiario, corteza y medula adrenal. Entonces, con esta información, asociado con el aprendizaje obtenido en Programación Neurolingüística (PNL), la conexión con el plano cuántico, otros conocimientos relativos al tema y la conjugación de ciertas palabras detalladas por la gurú, mas mi explicación en la consulta efectuada, tenía como objetivo visualizar el recorrido de un circuito que comienza en el chacra corona hasta finalizar en el chacra corazón, pasando por los dispositivos biológicos para influir en estas neuronas, hormonas y glándulas y adaptarlos para efectuar un complejo ejercicio de meditación para equilibrar o estimular, regularizando o desregularizando ese centro de acuerdo a la necesidad que requiera de sanar un paciente.
Le solicito a Karla
que si puede detallar el circuito de este ejercicio, y lo hace, pero al
concluirlo me manifiesta que por las razones antes dichas, no es conveniente
publicarlo, me lo pide, ya que en manos de personas sin los conocimientos
correctos podría ser peligroso.
Esto me serviría para explicar porque el número tres es considerado un número sagrado en diversas creencias, puesto que esta triada neurológica de la hipófisis, la pineal y el núcleo cerúleo se pudiera interpretar como el asiento de la Divinidad y por tanto de los misterios del Cosmos.
Vemos como en el
cristianismo se venera a las Tres Divinas Personas: Padre, Hijo y Espíritu
Santo, igualmente los tres Reyes Magos que jugaron un papel importante en la
historia de Jesús, en el hinduismo están Brahma, Vishnu y Shiva, en el budismo
existen tres guías, Amitabha, el Buda y un tercer desdoblado en dos, sabiduría
y compasión, otro es “los tres Santos del oeste” a saber conciencia, equilibrio
y armonía. En Egipto tenemos el tercer ojo, en otras culturas asiáticas existen
diversos seres mitológicos representados con un tercer ojo como los ciclopes,
al igual que en la masonería. Pitágoras en su fórmula matemática desentraña la
relación existente entre los tres lados de un triángulo que daría origen a su
famosa fórmula matemática. En las tradiciones celtas esta la triqueta como
símbolo y así muchos más.
Notamos de esta
manera como el número tres es uno de los arquetipos más poderosos de la
humanidad, vinculado con la conciencia humana y que desde el punto de vista
científico estaría explicado en estas tres estructuras.
Existe una teoría
mística que sostiene que la clave para desbloquear el poder de este número
anida en las Tres Divinas Personas, ya que allí se conjugan los tres estados
del ser. ¿Acaso se refiere a las regiones cerebrales nombradas? De ser así lograr incidir en ellos a voluntad
sería un don maravilloso y le daría sentido a la frase de que debemos buscar en
nuestro interior donde anida la Divinidad, a las cuales se puede acceder
concentrándonos con apoyo de las herramientas para meditar, con o sin ayuda de
un sanador, dependiendo de nuestra fe, de la disciplina para lograrlo, lo cual
nos permitiría realizar los viajes astrales, la premonición, ascender a otros
planos dimensionales y la sanación.
Para redondear esta
hipótesis debemos recordar las poderosas ondas gamma activadas en la corteza
visual del lóbulo occipital, bajo la coordinación de la Glándula Pineal y que
viajan a lo recóndito de nuestro cerebro entrelazando a estas profundas
estructuras, accediendo a estos ocultos mundos del inconsciente, construyendo a
través de múltiples integraciones de información, almacenadas en todas estas
áreas, respuestas a preguntas vitales, experiencia que a veces son confundidas
con alucinaciones pero no son más que nuestra sabiduría interior en acción.
Ahora entendía el
circuito que me revelaba Karla, por qué se iniciaba en el chacra Corona o
Keter, allí estaba la corteza cerebral asiento de la conciencia donde se podía
influir positivamente a voluntad y lograr modular o reprogramar los
dispositivos biológicos entre los cuales se encuentran estas tres poderosas
estructuras neurológicas situadas en lo profundo de nuestro cerebro
inconsciente, que palpamos como invisible tal como Dios, pero sin embargo es posible
alcanzar y lograr la sanación no solo del cuerpo sino también de nuestra mente.
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