Entradas populares

martes, 26 de julio de 2022

Duelo entre Sanadoras. Capítulo XXI La Flor de Da Vinci


Antes de entrar en el tema más complejo que los tratados hasta aquí, el de la sanación cuántica, obligatoriamente debemos hablar del polifacético y enigmático Leonardo Da Vinci y sus obras por su contenido gnóstico como las que encierran las armonías entre lo masculino y lo femenino, pero principalmente lo que nos compete sobre la Flor de la Vida y del Hombre de Vitruvio. Este dibujo soluciona simbólicamente un enigma matemático planteado por Marcus Vitruvius, arquitecto romano que utilizaba las medidas ideales del cuerpo humano en sus construcciones, un estudioso de las proporciones, al igual que lo fuera de la alquimia, el cual afirmaba que se puede dibujar un círculo perfecto alrededor de un individuo si se toma el ombligo como centro y que se puede trazar un cuadrado al abarcar la altura del cuerpo, planteando de esta manera una paradoja irresoluble conocida como "la cuadratura del círculo". 

Da Vinci apoyándose en los escritos de Vitruvio, idearía un diseño a partir de dicha descripción, tomando al ser humano como centro del universo, debido a la capacidad de acercarse a la Divinidad, pero simultáneamente detentar los instintos más bajos, una especie de hibrido entre ángel y demonio, ambivalencia que le permite situarse en cualquier lugar de la Creación, arriba o abajo, el cielo o el infierno.

El hombre es el único capacitado por la Divinidad para admirar la belleza de su Creación y develar sus secretos, tales como la cuadratura del círculo y la proporción áurea o la “divina proporción”, como se denominaba en la antigüedad a un número irracional obtenido de la relación matemática entre las longitudes de las extremidades de un ser humano bien formado, cuyo valor numérico es de 1,618 con propiedades notables como el de generar placer al ver una figura geométrica o edificación que contenga esta proporción. Existen templos de la antigüedad donde se usó esta medida obteniendo un resultado armonioso, como el Partenón en Grecia dedicado a la diosa Atenea. De aquí se puede concluir que la geometría y la estética están relacionadas.

Debido a que el círculo puede representar al cielo, el cuadrado a la tierra y el ser humano estaría enlazado a ambos, por lo que este dibujo permite que los estudiosos de lo gnóstico afirmen que el Hombre de Vitruvio de Da Vinci representa al Árbol de la Vida, que al extender sus brazos lograría alcanzar el conocimiento hasta convertirse en Metatrón, el hombre perfecto plasmado en este diseño a través de sus armoniosas proporciones.

Da Vinci fue un estudioso de la Geometría Sagrada, el cual atribuye un valor a las formas fundamentales del espacio y del tiempo, siendo percibidas como algo de origen divino que al mirarlas se contemplaría el principio de todas las cosas.  Al analizar esto a través de La Flor de la Vida, del Árbol de la Vida y el Cubo de Metatrón, descifró los secretos de los números y de estas figuras, de donde salen los Sólidos Platónicos, dejando innumerables escritos y dibujos de avanzada tales como el de la famosa máquina voladora.

Desde un punto de vista esotérico, la Flor de la Vida es un código cuántico que contiene todas las formas geométricas básicas del patrón de cuanta vida existe y de lo que se pueda hallar en el Universo, observado en los pétalos de las flores, en los copos de nieve, en las manchas de muchos animales, en la armonía de la música. Los filósofos de la antigüedad se dieron cuenta que estos patrones se ordenan siguiendo fórmulas matemáticas, al tratar de describirlas racionalmente se produjo la necesidad de crear un lenguaje nuevo para comunicar o plasmar estas observaciones dando origen así a las matemáticas, lo cierto es que el consecuente desarrollo de esta ciencia conllevó a todos los avances de hoy día.

Está figura de la Flor de la Vida está compuesta por 19 círculos entrelazados, completos del mismo diámetro que le dan una forma hexagonal parecido a una flor, contenido en un círculo de mayor tamaño.

Al utilizar la visualización en su patrón geométrico, fomentamos la concentración, la voluntad y la intención personal, el equilibrio, la conexión entre nuestra mente y corazón, la tranquilidad, la energía positiva, la gratitud. Esto lo podemos realizar como un ejercicio de meditación con respiraciones profundas para ayudar a limpiar el aura, que es el campo energético que nos rodea. En general, la Flor de la Vida es usada en procesos de sanación. 

                                                       Flor de la Vida. Dibujo de IGMO

Igualmente observamos que el diseño de la Flor de la Vida se refleja en la etapa posterior a la fecundación del óvulo, durante las primeras divisiones celulares, que ocurre en los primeros cinco días, formando lo que en medicina se conoce como Mórula, encajando perfectamente en este patrón geométrico, revelando la importancia de combinar las matemáticas y la biología con la investigación médica, demostrando que todo está basado en una misma “Fuente de Sabiduría Universal”, por lo tanto lo existente está inseparablemente unido entre sí, que es lo que ocurre en el entrelazamiento cuántico entre dos átomos o partículas como veremos más adelante. Ahora la pregunta es: ¿Cómo visualizó Da Vinci las primeras etapas de la embriogénesis donde se forma la mórula si para esa época no existía el microscopio? ¿Acaso Karla y Da Vinci tenían dones en común?


No hay comentarios:

Publicar un comentario