Helena
se apresura a cruzar la calle mientras ajusta el sobretodo a su cuerpo para
evitar que la lluvia la moje, con la otra mano coloca la cartera sobre el elaborado
moño que usa de peinado, muy de moda en esos años, va rumbo al comedor escolar situado
en Los Caobos donde la esperan sus compañeras para almorzar, es mediado del 45,
estaba en la Caracas de Medina. En Barquisimeto su hermana Lourdes también corre
apresuradamente para alcanzar la acera donde se localizan los estudios de
impresos y fotos Capitol de sus amigos los hermanos Reyes Yañez, oriundos de
Aguada Grande al igual que ella y su familia, su propósito era hacerse una
postal con estos pioneros en esta técnica quienes habían impuesto la moda en
Barquisimeto, consideradas más que una simple fotografía, perdurable y
resistentes al paso del tiempo, usadas para ser enviadas por correo al
mundo entero, debido a lo formal del acto se había elaborado un moño alto, similar al que llevaba su
hermana en Caracas, colocado un vestido con encajes en el pecho y maquillado para esta fotografía. Nuevamente
la familia Anzola-Castro, se mudaban,
esta vez a Cabimas, atraídos por el auge petrolero, ante la inminente
separación, había decido dejarle una de estas postales de recuerdo a su sobrina
mayor, Clementina, no sabía cuánto duraría la separación, pero presentía que
sería larga, no quería que la niña la olvidara, comenzaba así otra página de la
historia familiar, retrato de la Venezuela cambiante de esos años, era una
época de numerosas oportunidades.
Su
hermana Roselia y su esposo Andrés los habían animado a irse y ofrecido
alojamiento lo cual facilitaba la decisión. Las familias eran numerosas y nadie
molestaba, la comida no era un problema, menos para Roselia quien tenía un
carácter muy solidario, alegre y social, adorabas a sus hermanos, tanto así que
se había hecho cargo de Francisco y Neptalí, este último un hermano de crianza,
ambos jóvenes solteros. A ellos se sumaría su hermana Lourdes y su familia, conformada
por su dos hijas adoptivas, Mireya de 15 años, hija de una empleada de El
Toronal, llamada La Toña quien se la había dado para que la criara, una costumbre
desde la colonia, y Judith de apenas 3 años, además de Mariíta la madre de la
niña, criar muchachos no se consideraba una carga económica, siempre había un plato de comida sobrante. Roselia en Cabimas, algo
ansiosa mientras espera la llegada de su hermana y su familia, enciende un cigarrillo,
su amigo y maestro en fumar, el Dr Bousquet, la ayuda a encenderlo. El recibimiento era con un almuerzo en familia que contaría con la presencia de todos
sus amigos, parrilla, bebidas, un gran festejo para hacerlos sentir en casa.
Pablo se instala y abre un taller con los ahorros que trae, al poco tiempo lo vende al Consejo
Municipal, quedándose como jefe, después se iría a trabajar como mecánico de
las gabarras petroleras, los sueldos eran altísimos, más rentable que tener un
negocio privado.
Debido
a que las viviendas que les otorgaban en los campos petroleros eran de solo dos
habitaciones, algunos empleados se mudaban a vivir en las comunidades que se
formaban en sus alrededores. Siguiendo esta práctica, la numerosa familia se va
a una granja en las afueras de Cabimas, cerca del cementerio, donde nacería la
segunda hija del matrimonio Anzola-Castro, llamada Gloria.
Aquí
ocurre la trágica muerte de Mireya. Estaba en plena adolescencia, nadie había
notado el ensimismamiento en que había caído la muchacha. Un día desaparece,
después de varios días de intensa búsqueda, finalmente su cuerpo fue encontrado
en los alrededores de la granja, por un “mal de amores” se había suicidado
mediante un disparo en la cabeza, usando una pistola que Andrés guardaba para
defenderse, sus actividades políticas
de carácter clandestino eran riesgosas. Esto causo un gran sufrimiento a Mamayu.
Al conformarse esta colonia Castro en Cabimas, las romerías
para ir a visitarlas eran frecuente, mi mama Helena, la
prima Haydee, mis tías Bolivia, Rosario y Yolanda pasaban temporadas con ellas.
Hasta Ana y Teodoro, poco amigo de los viajes, irían atendiendo insistentes invitaciones de ellas, harían tres viajes, el primero en autobús y luego dos más con
Teodoro, manejando el su carro, pues le daba miedo que Ana lo hiciera. Yolanda
Castro conocería allí a su marido, un danés venido a las petroleras en busca
del oro negro. Cabimas era un hervidero social y económico.
En
uno de esos tantos peregrinajes, iría la tía Pancha a visitar a sus
sobrinas, era como una madre para ellas, la acompaña su hija Haydee. Enterándose
Mercedes Elena, una rubia muchacha oriunda de Aguada Grande la cual Francisco
había conocido allí, quedando ambos flechados como se decía
en aquellos tiempos, o sea enamorados, suplica que la lleven con ellas pues la tía Panchita era conocida por la familia de la muchacha y le darían el permiso, única manera de verlo
otra vez. Al encontrarse en Cabimas, al mejor estilo de novela romántica, después de
la larga separación, se lanzarían en los brazos del otro, reanudando los apasionados
amores y ante la inminente nueva separación, Francisco decide irse con ella para
casarse en su pueblo natal, era el año de 1947. Gracias a esta ayuda Panchita
seria nombrada madrina del matrimonio en agradecimiento.
A
finales de ese año de 1947 ocurren las primeras elecciones generales, secretas
y universales en Venezuela, compiten tres candidatos Rafael Caldera por COPEI,
Rómulo Gallegos por AD y Gustavo Machado por el PCV o partido comunista, legalizado
apenas dos años antes. Esta contienda se realiza con una alta participación de
la población y se convierten en una fiesta democrática, dándole un gran impulso
a esta campaña electoral las tarjetas con los colores representativos de cada
partido político, que aparecen por primera vez en el país, el blanco de AD, el
verde de COPEI y la roja del PCV. Mi tío Andrés se mete de lleno en esta
campaña, la emoción es grande, tanto es así que lleva a sus cuñados, esposa y una amiga de
ideas afines, a fotografiarse con las propagandas del partido comunista y la invitación
a votar por la tarjeta roja, toda una novedad, por primera vez, Andrés y su
grupo de amigos trabajadores de las petroleras que pertenecían a este partido, salían
de la clandestinidad a una contienda pública.
A
inicios de 1949 Bolivia Castro, recién casada, se muda a esta región, de donde
era oriundo su marido, el zuliano Pedro Méndez, sumándose así al gran grupo
familiar, compartirían paseos a la playa, al club de la VOC, en el país se respira paz
y existe una gran bonanza.
Más
tarde, Andrés funda la farmacia “Razetti”, en asociación con su cuñado y médico
el Dr. Carlos Arapé, casado con Albertina Sánchez su hermana, se traen nuevamente
a Francisco ya casado, como administrador. Andrés también impulsa a sus hermanos Sánchez
a mudarse a Cabimas, así llegaría Luisa Elena Sánchez quien se casaría
en Cabimas con el Br. Anselmo Reyes, el recitador de los cien barrios Cabimeros,
ejercería posteriormente el cargo de Director del diario Panorama de Maracaibo
en el año 1954. También Juan Sánchez, Odontólogo, casado con Yolanda Paredes, muy
apreciada por Roselia y sus hermanas, las cuales mantuvieron una amistad que
duro toda la vida, la hija mayor de ellos, Lorena, se casaría con el hijo mayor
de la morocha Adelina, Martin Enrique.
Las
dos hermanas viajaban con frecuencia a Barquisimeto para asistir a los eventos
familiares y las navidades. Estos viajes los hacían en una línea de autobús
llamada RC. En Venezuela la gasolina era barata, aunado a esto Venezuela había tenido una explosión demográfica significativa y la movilidad de la
población era intensa, los autobuses tenían una mayor capacidad de pasajeros y
se hacen muy populares como medio de transporte masivo. Ana Dolores recuerda
haber viajado en uno de ellos, también Haydee Ramírez junto a su madre la tía
Panchita.
Posterior
al golpe militar que derroco al Presidente electo, instalándose nuevamente una
dictadura en el país, en mayo de 1950 el PCV organiza una huelga petrolera en
protesta por el alto costo de la vida programada para durar 48 horas, pero
acabó por extenderse, haciendo que el régimen decretara la ilegalización del
PCV junto a su órgano de publicación, la revista Tribuna Popular, así se da
inicio a una escalada de persecución, encarcelamiento y asesinatos de varios
de los dirigentes del PCV y AD; entre
los perseguidos estaba Andrés Sánchez, buscándolo la Guardia Nacional en
la granja donde vivían, a quien no encuentran pues se había escondido en otro
lugar, nuevamente es un perseguido pero esta vez por razones políticas y no por
contrabandista.
La
prima Haydee, recuerda que el gobierno mandaba a entrar a las casas de los
sindicalistas y les rompían los recipientes de leche, saqueándoles los
alimentos para obligarlos a reincorporarse al trabajo, si querían cobrar para
comprar los víveres para no morirse de hambre. Debido a estos peligrosos
acontecimientos, además del asesinato de Delgado Chalbaud, el 13 de noviembre
de ese año, Mamayu junto su esposo Pablo Anzola, deciden regresar a
Barquisimeto. Retornan a la casa de la carrera 19 con calle 42 y monta otro taller mecánico, el célebre “Garaje Anzola” situado en la carrera 19 cerca de su casa. En 1951
se mudan a una vivienda situada en la urbanización Bararida
Andrés
y Roselia se mudarían de la granja a la urbanización Marcano, para pasar
desapercibidos, allí vivirían casi 10 años. Roselia viene a Barquisimeto en
varias oportunidades, una de ellas para el día del matrimonio de su hermana
Bolivia, donde se toman una foto donde están todos los hermanos en 1949, vienen
también para el matrimonio de su hermana Rosario en 1952 y luego al de la prima
Haydee en 1953. Está en Barquisimeto para la muerte de su padre Pancho Castro en
1955 cuando le hace el juramento de cuidar El Toronal y nunca vender para
preservar su historia, fue su última voluntad.
Tiempo
después, en el año 1960 deciden regresar a Barquisimeto debido a que Andrés continua siendo un perseguido por sus ideas comunistas, residenciándose en la casa de la 37 con mi tía Ana y tío
Teodoro. Junto a ellos se vendrían todos los familiares y amigos, unos a
Barquisimeto, otros a Caracas y mi tío Francisco a Valencia, pujante ciudad
industrial. Las vivencias recogidas en Cabimas serían determinantes en sus
vidas, gracias a ellas arrancarían en el moderno mundo con señorío.
Mi
tía Roselia se convierte en la organizadora de las fiestas, le gustaba sobremanera,
era el alma de ellas, disfrutándolas a plenitud, bailando, fumando y tomando su
licorcito, hábitos que aprendió en con sus amigos del Club Social de la VOC. Paulatinamente
retoman sus actividades en la ciudad, Andrés monta primero una librería y luego
una fábrica de ventanas, Roselia se dedicaría a la recuperación de El Toronal
abandonado desde hacía 5 años, era incansable, insistente, todo el que llegaba allí tenía que
hacer un trabajo de reparación. Hijo ud no sabe cómo se arregla esto?, preguntaba con voz amorosa, por supuesto no aceptaba un “no se” o
un “no se puede” de respuesta, se colgaba en tu brazo a explicarte lo que
ella necesitaba y como pensaba que se podía hacer, hasta que la persona cedía y decía, si tía yo resuelvo. Acto
seguido lo premiaba, sirviéndole un ron con soda y limón o una cerveza bien
fría y le anunciaba a todos los presentes que el problema lo resolvería esa
persona y todos debíamos estar pendiente de que así fuera.
Ella
con su forma de ser, diplomática, generosa, alegre, nunca decía lo que había
aportado para recuperar El Toronal, se convierte en su motor, cuando se hacía
un pote para compartir los gastos, siempre se ofrecía para hacer las
compras y pagaba ella, luego repartía según su criterio de quien podía más o
menos, si faltaba dinero por haber cobrado menos lo cubría ella, con tal que
nadie dejara de ir a El Toronal por razones económicas, era como un faro de luz
en los reencuentros en este hogar originario, siempre estaba pendiente de que
todos fuéramos a compartir en familia.
A
todas estas Helena se había venido de Caracas a Barquisimeto donde viviría un
periodo de intensa vida social, sus hermanas le propiciaban diversas actividades
buscándole novio para que se casara, objetivo de todas las familias con
muchachas solteras.
La foto de recuerdo de la despedida ....
Fumando para calmar la angustia ...
La foto de recuerdo de la despedida ....
Fumando para calmar la angustia ...
El brindis de bienvenida...
El almuerzo con los amigos ...
La homenajeada ....
Los amigos ...
Las elecciones de 1947 y su publicidad vota por la tarjeta roja ...
Un acercamiento de los afiches publicitarios...
Visitas de la hermanas ...